Toca su fondo y se remueve
Una ola de luz densa, su fuego intacto.
Una corriente, un viento suave
que todo incita, que todo abrasa ye desata,
que todo acendra
a sus líneas íntimas. Un pleamar la cascada
que abisma el sol (su constelado
desprenderse, su gozoso,
sostenido
caer, su ígnea raigambre
de cristales: abriendo surcos, abriendo estelas,
vadeando, hundiéndose). La hondura se abre
en la superficie.
-Todo
el océano y la calma
en que se acuna, todo ese ardiente espesor de arena,
de barbecho, de sal, toca su fondo
y se remueve.